Derecho Mercantil, Concurso de acreedores y Ley de Segunda Oportunidad en Gran Canaria y Madrid

Abogados especialistas en Derecho Mercantil, Concurso de Acreedores y Ley de Segunda Oportunidad, con amplia experiencia en la resolución de situaciones financieras y empresariales complejas, lo que nos permite ofrecer un asesoramiento legal mercantil de la más alta calidad.

Asesoría Financiera para Empresas y Particulares

Somos una consultora especializada en derecho mercantil, concurso de acreedores y ley de segunda oportunidad, con una solida presencia tanto en Gran Canaria como en Madrid. Nuestro equipo de expertos está comprometido con ofrecer soluciones integrales a empresas y particulares que enfrentan desafíos financieros.
En Eulex, entendemos las dificultades que pueden surgir en el ámbito empresarial. Por ello, ofrecemos un asesoramiento financiero empresas personalizado, diseñado para ayudarles a superar momentos de crisis y a tomar decisiones estratégicas. Nos especializamos en la refinanciación de deudas, buscando las mejores opciones para aliviar la carga financiera y permitir la continuidad del negocio. Nuestro objetivo es salvar empresa crisis, brindando un apoyo sólido y eficaz en momentos cruciales.
Además, en Eulex, somos expertos en la aplicación de la ley de segunda oportunidad, una herramienta clave para aquellos particulares que buscan cancelar deudas particulares y empezar de nuevo. Entendemos la importancia de brindar un apoyo cercano y comprensivo en estos casos, y nos comprometemos a guiar a nuestros clientes a través de todo el proceso, asegurando que comprendan sus derechos y opciones.
Nuestro compromiso es brindar un servicio transparente, eficiente y orientado a resultados. Nos enorgullece construir relaciones de confianza a largo plazo con nuestros clientes, basadas en la integridad y la excelencia. Confíe en Eulex para encontrar soluciones a sus problemas financieros, tanto en Gran Canaria como en Madrid.

Derecho mercantil general

Constitución de sociedades, modificaciones estatutarias, contratos mercantiles, fusiones y adquisiciones, y asesoramiento en operaciones comerciales.
Las preguntas más usuales que nos hacen nuestros clientes sobre derecho mercantil son éstas y nuestra respuesta.

La elección del tipo de sociedad mercantil debe basarse en las características específicas del negocio y las necesidades de los socios. Las sociedades de capital, como la SA y la SRL, ofrecen protección de la responsabilidad personal y son adecuadas para diferentes tipos de empresas según su tamaño y objetivos. La SRL es ideal para pequeñas y medianas empresas debido a su flexibilidad, mientras que la SA es más adecuada para empresas que buscan una estructura más formal y acceso a mercados de capital. Las sociedades personalistas, aunque menos comunes, pueden ser adecuadas para negocios donde la confianza entre socios es esencial.

El proceso de constitución de una sociedad mercantil implica varios pasos clave: el otorgamiento de la escritura pública, su inscripción en el Registro Mercantil, y el cumplimiento de obligaciones fiscales. La escritura pública es esencial para documentar el contrato de sociedad y los estatutos, mientras que la inscripción en el Registro Mercantil otorga personalidad jurídica a la sociedad. Además, las obligaciones fiscales deben cumplirse, y la tramitación telemática a través del DUE y el PAE facilita el proceso, asegurando que la sociedad cumpla con todos los requisitos legales y fiscales necesarios para su funcionamiento.

Modificar los estatutos de una sociedad mercantil implica seguir un proceso riguroso que incluye la adopción del acuerdo por la junta general, su formalización en escritura pública, y su inscripción en el Registro Mercantil. Es fundamental cumplir con los requisitos legales de convocatoria y publicidad para asegurar la validez del acuerdo. Además, cualquier modificación que afecte a los derechos individuales de los socios requiere su consentimiento expreso. Estos pasos garantizan que las modificaciones estatutarias se realicen de manera transparente y conforme a la normativa vigente, protegiendo así los intereses de la sociedad y de sus socios

Para proteger los intereses en un contrato mercantil, es esencial incluir cláusulas de confidencialidad y no competencia, que salvaguarden la información sensible y eviten la competencia desleal. Además, las garantías y responsabilidades deben estar claramente definidas para asegurar el cumplimiento de las obligaciones y proteger contra incumplimientos. Finalmente, las condiciones generales deben ser transparentes y evitar cláusulas abusivas, garantizando un equilibrio justo entre las partes y protegiendo a la parte más débil en el contrato

Para llevar a cabo una fusión o adquisición de empresas de manera segura, es esencial seguir un proceso de ejecución bien definido que incluya la revisión legal y la emisión de un informe de due diligence. Este informe es vital para que el comprador pueda tomar decisiones informadas y negociar cláusulas contractuales que protejan sus intereses. Además, la valoración económica de las sociedades debe realizarse con métodos adecuados para asegurar la equidad en la operación, considerando tanto el valor real de los activos como otros factores económicos relevantes

Las sociedades mercantiles tienen diversas obligaciones fiscales que incluyen la presentación de declaraciones censales y la gestión del Impuesto sobre Sociedades, que requiere llevar una contabilidad adecuada y presentar declaraciones anuales. Además, deben cumplir con obligaciones formales y contables, como la llevanza de libros de contabilidad y la presentación de cuentas anuales en el Registro Mercantil. Estas obligaciones aseguran que las sociedades cumplan con sus responsabilidades tributarias y mantengan una contabilidad que refleje fielmente su situación financiera 

La disolución y liquidación de una sociedad mercantil es un proceso que comienza con la decisión de disolver la sociedad, ya sea por causas legales, estatutarias o por acuerdo de la junta general. Este proceso continúa con la liquidación, donde los liquidadores se encargan de realizar el activo, pagar las deudas y repartir el patrimonio neto entre los socios. Finalmente, la extinción de la sociedad se formaliza con la escritura de extinción y la cancelación registral, asegurando que todas las deudas han sido satisfechas y que la sociedad ha cumplido con todas sus obligaciones legales.

La diferencia principal entre un contrato mercantil y un contrato civil radica en la normativa que los regula, siendo el Código de comercio el marco para los contratos mercantiles y el Código Civil para los civiles. La calificación de un contrato como mercantil o civil depende de criterios como la intención de reventa y el ánimo de lucro, especialmente en la compraventa. Estas diferencias normativas y de calificación tienen implicaciones prácticas significativas, afectando aspectos como la seguridad jurídica y la flexibilidad contractual.

El asesoramiento legal en operaciones comerciales es esencial para garantizar una transacción segura y bien informada. A través de un proceso de "due diligence", se investigan y analizan todos los aspectos relevantes de la empresa, permitiendo al comprador identificar riesgos y establecer un régimen de responsabilidad del vendedor. Este proceso, que culmina en un informe confidencial, asegura que el comprador tenga una comprensión completa de la empresa y pueda tomar decisiones informadas, protegiéndose así de posibles contingencias legales y financieras

La falta de asesoramiento legal en operaciones comerciales puede exponer a las empresas a riesgos significativos, incluyendo incumplimientos contractuales y la adquisición de activos con problemas ocultos. La due diligence es esencial para identificar y mitigar estos riesgos, proporcionando un conocimiento detallado de los aspectos legales y operativos de la transacción. Sin una revisión legal adecuada, las empresas pueden enfrentar consecuencias financieras y legales adversas, lo que subraya la importancia de contar con un asesoramiento legal competente en todas las etapas de una operación comercial

Concurso de acreedores

Asesoramiento y representación en todas las fases del concurso de acreedores, desde la preparación de la solicitud hasta la liquidación o convenio de acreedores.
Las preguntas más usuales que nos hacen nuestros clientes sobre concurso de acreedores son éstas y nuestra respuesta.

El concurso de acreedores es un mecanismo legal diseñado para gestionar la insolvencia de un deudor, permitiendo la satisfacción ordenada de sus acreedores. Puede ser solicitado tanto por el deudor como por los acreedores, dependiendo del tipo de insolvencia. La tramitación del concurso y sus efectos sobre las facultades del deudor varían según se trate de un concurso voluntario o necesario, pero en ambos casos, se busca preservar la actividad empresarial y alcanzar un acuerdo que beneficie a todas las partes involucradas.

El concurso de acreedores se desarrolla en dos fases principales: la fase común, que establece las bases del procedimiento, y la fase de convenio o liquidación, que busca resolver la insolvencia del deudor. La fase de convenio intenta alcanzar un acuerdo con los acreedores para evitar la liquidación, mientras que la fase de liquidación se centra en la realización del patrimonio del deudor para satisfacer las deudas. Ambas fases son fundamentales para el proceso concursal, ofreciendo soluciones alternativas y excluyentes para la situación de insolvencia

Las diferencias entre el concurso de acreedores voluntario y necesario radican principalmente en quién lo solicita, los efectos sobre las facultades del deudor y el procedimiento de declaración. El concurso voluntario es instado por el deudor y permite una declaración inmediata, conservando el deudor sus facultades bajo supervisión. Por otro lado, el concurso necesario es solicitado por acreedores y requiere trámites previos, resultando en la suspensión de las facultades del deudor, lo que lo coloca en una posición más desfavorable. Estas diferencias buscan incentivar al deudor a solicitar el concurso de manera voluntaria y oportuna.

El concurso de acreedores implica una reorganización de las facultades patrimoniales del deudor, afectando tanto la administración de sus bienes como la gestión de sus deudas. Durante el proceso, se busca proteger el patrimonio del deudor y asegurar un pago ordenado a los acreedores, suspendiendo ejecuciones individuales y gestionando los pagos a través de la administración concursal. Estas medidas garantizan que el proceso concursal se lleve a cabo de manera justa y eficiente, protegiendo los intereses de todas las partes involucradas.

El administrador concursal desempeña un papel crucial en el proceso concursal, actuando como gestor del concurso bajo la supervisión del juez. Sus funciones abarcan desde la intervención en las facultades del deudor hasta la elaboración de informes y la supervisión de las cuentas anuales. El nombramiento de los administradores concursales es una tarea del juez, quien debe asegurarse de que los candidatos cumplan con los requisitos de aptitud necesarios para garantizar una gestión eficaz e imparcial del concurso.

El convenio con los acreedores en un proceso concursal es un mecanismo que permite al deudor reestructurar sus deudas de manera ordenada y continuar con su actividad empresarial. La propuesta de convenio debe ser detallada y acompañada de planes de pagos y viabilidad, y su aceptación requiere el apoyo de una mayoría significativa de acreedores. Una vez aprobado judicialmente, el convenio ofrece ventajas significativas, como la cesación de los efectos del concurso y la posibilidad de quitas y esperas, lo que facilita el cumplimiento de las obligaciones del deudor y asegura la continuidad de la empresa.

La fase de liquidación en el proceso concursal es un procedimiento estructurado que busca convertir en metálico la masa activa para satisfacer las deudas del concursado. Este proceso está regulado por reglas especiales o generales supletorias, bajo la supervisión del juez del concurso, quien asegura que las operaciones se realicen de manera ordenada y transparente. La administración concursal juega un papel crucial en la ejecución de estas operaciones, con la obligación de informar periódicamente sobre el progreso de la liquidación. La subasta electrónica es el método preferido para la venta de bienes, aunque el juez puede autorizar otros métodos si se justifican adecuadamente.

La obtención de asesoramiento legal para un concurso de acreedores en Gran Canaria o Madrid implica comprender la competencia territorial del juzgado, la necesidad de representación procesal por procurador y letrado, y el papel de la administración concursal. Estos elementos son esenciales para garantizar que el procedimiento se desarrolle de manera adecuada y conforme a la normativa vigente, asegurando así la protección de los intereses de todas las partes involucradas

La conclusión más relevante es que el concurso de acreedores implica varios costos, incluyendo las costas y gastos judiciales que son considerados créditos contra la masa, y la retribución de la administración concursal que se determina por un arancel. Además, las tasas judiciales, aunque fijas, representan un costo adicional que puede influir en la decisión de iniciar un concurso. Estos elementos son esenciales para entender el costo total de un concurso de acreedores y cómo se distribuyen las responsabilidades de pago entre los involucrados

Las alternativas al concurso de acreedores, como los instrumentos preconcursales y los planes de reestructuración, ofrecen a las empresas en dificultades financieras la posibilidad de negociar con sus acreedores para evitar la insolvencia formal. La reforma concursal de 2022 ha potenciado estas soluciones, permitiendo una intervención más temprana y eficiente en situaciones de insolvencia. Sin embargo, existen limitaciones en su aplicación, especialmente para microempresas y ciertas entidades financieras, lo que subraya la necesidad de un enfoque adaptado a las características específicas de cada tipo de empresa

Ley de segunda oportunidad

Asistencia completa en la tramitación de expedientes de ley de segunda oportunidad, incluyendo la negociación de acreedores, la obtención del beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI) y la defensa de los derechos del deudor.
Las preguntas más usuales que nos hacen nuestros clientes sobre la ley de segunda oportunidad son éstas y nuestra respuesta.

La Ley de Segunda Oportunidad, a través del beneficio de la exoneración del pasivo insatisfecho, ofrece a las personas físicas la posibilidad de liberarse de sus deudas insatisfechas bajo ciertas condiciones. Este mecanismo se ha visto reforzado y modificado por la Ley 16/2022, que endurece los requisitos para ser considerado deudor de buena fe y establece un régimen transitorio para los procedimientos iniciados antes de su entrada en vigor. La exoneración no se aplica a todas las deudas, y el deudor debe cumplir con requisitos específicos para poder acogerse a este beneficio, lo que refleja un equilibrio entre la protección del deudor y los derechos de los acreedores

La ley de segunda oportunidad ofrece a las personas físicas la posibilidad de exonerar sus deudas insatisfechas mediante un proceso que puede incluir la liquidación de su patrimonio o la implementación de un plan de pagos. La reforma de la Ley 16/2022 ha introducido cambios importantes, como la eliminación de los acuerdos extrajudiciales de pagos y el endurecimiento de los requisitos para la exoneración, aplicándose a las solicitudes presentadas después de su entrada en vigor. Este mecanismo busca equilibrar los intereses de los deudores y acreedores, permitiendo a los primeros una nueva oportunidad económica bajo condiciones específicas de buena fe 

La exoneración del pasivo insatisfecho permite a las personas físicas liberarse de ciertas deudas tras un proceso concursal, pero no todas las deudas son exonerables. Las deudas por responsabilidad civil extracontractual, las derivadas de delitos, las deudas por alimentos, y las deudas con garantía real, entre otras, no pueden ser exoneradas. Además, el deudor debe cumplir con ciertos requisitos de buena fe y enfrentar limitaciones temporales para solicitar la exoneración nuevamente. Este mecanismo busca ofrecer una segunda oportunidad a los deudores, permitiéndoles reestructurar su situación financiera bajo ciertas condiciones

El beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho es un mecanismo crucial para las personas físicas que enfrentan insolvencia, permitiéndoles liberarse de ciertas deudas y obtener una segunda oportunidad financiera. La reforma concursal de 2022 ha introducido cambios significativos en su regulación, endureciendo los requisitos para ser considerado deudor de buena fe y estableciendo modalidades específicas para la exoneración. Sin embargo, existen limitaciones importantes, ya que no todas las deudas son exonerables, y ciertas obligaciones, especialmente las de derecho público, tienen restricciones en cuanto a su exoneración

El proceso de la ley de segunda oportunidad ofrece a los deudores la posibilidad de liberarse de ciertas deudas, pero las deudas garantizadas con hipoteca sobre la vivienda habitual no son exonerables. La protección de la vivienda habitual depende de que el deudor esté al corriente de los pagos hipotecarios. Además, el cónyuge del concursado tiene preferencia para adquirir la vivienda habitual. La exoneración del pasivo insatisfecho requiere cumplir con requisitos de buena fe y no incluye deudas con garantías reales, asegurando así que los acreedores con garantías no se vean perjudicados

Para que un deudor pueda obtener la exoneración del pasivo insatisfecho, debe cumplir con requisitos de buena fe, no haber sido sancionado por delitos o infracciones graves, y presentar un plan de pagos viable si opta por esta modalidad. La exoneración no se aplica a todas las deudas, ya que existen excepciones significativas, como las deudas con garantía real y las multas penales. Además, es crucial que el deudor aporte toda la documentación necesaria para que el juez pueda tomar una decisión informada sobre la solicitud de exoneración

El proceso de exoneración del pasivo insatisfecho permite a las personas físicas, sean empresarios o no, liberarse de parte de sus deudas no satisfechas mediante un plan de pagos o la liquidación de la masa activa. Este mecanismo, conocido como segunda oportunidad, requiere que el deudor acepte ciertas condiciones, como la inclusión de la exoneración en el Registro Público Concursal y la presentación de un plan de pagos detallado. Sin embargo, el deudor debe asumir las costas y gastos judiciales derivados del proceso de exoneración, ya que estos no son exonerables según la normativa vigente

La duración del proceso de exoneración del pasivo insatisfecho puede extenderse hasta 5 años en casos especiales, comenzando desde la aprobación judicial del plan de pagos. La tramitación del plan implica un proceso de alegaciones por parte de los acreedores, y su aprobación depende de la verificación de los requisitos legales por parte del juez. Durante el cumplimiento del plan, los créditos no devengan intereses, y el plan puede ser modificado si cambian las circunstancias económicas del deudor. La exoneración se considera provisional hasta que el juez la declare definitiva, siempre que no se haya revocado

La declaración de incumplimiento del convenio concursal o del plan de pagos puede llevar a la apertura de la fase de liquidación y la pérdida de beneficios como la exoneración del pasivo insatisfecho. Además, el incumplimiento puede ser calificado como culpable si se demuestra dolo o culpa grave, lo que puede acarrear sanciones adicionales para el deudor. Es crucial que el deudor cumpla con los términos del convenio o plan de pagos para evitar estas consecuencias

Para encontrar un abogado especializado en la ley de segunda oportunidad en Gran Canaria o Madrid, es esencial buscar profesionales colegiados que cumplan con los requisitos de formación y experiencia necesarios para ejercer en todo el territorio nacional. Además, es importante considerar la posibilidad de acceder a la asistencia jurídica gratuita si se cumplen los criterios de insuficiencia de recursos, lo cual es gestionado por los colegios de abogados. En el proceso concursal, tanto deudores como acreedores deben contar con la representación adecuada para asegurar una defensa efectiva durante todo el procedimiento

Reestructuración empresarial

Asesoramiento para la viabilidad de la compañía, mediante la renegociación de deuda y la mejora de la viabilidad económica.
Las preguntas más usuales que nos hacen nuestros clientes sobre reestructuración empresarial son éstas y nuestra respuesta.

La reestructuración empresarial es un proceso esencial para modificar la estructura financiera y operativa de una empresa, asegurando su viabilidad y evitando la insolvencia. A través de modificaciones estructurales como fusiones y escisiones, y mediante planes de reestructuración concertados con acreedores, las empresas pueden adaptarse a nuevas necesidades económicas. En situaciones de desequilibrio, es crucial implementar medidas correctoras, ya sean estructurales o coyunturales, para restaurar el equilibrio financiero y evitar la liquidación. Estos procesos permiten a las empresas enfrentar desafíos económicos y continuar operando de manera eficiente

Evaluar la viabilidad de una empresa en crisis requiere un enfoque integral que incluya la identificación de situaciones de desequilibrio empresarial, el análisis de la solvencia y la implementación de medidas de actuación adecuadas. Es esencial realizar un análisis continuado de las cuentas de resultados y de los flujos de efectivo para detectar posibles desviaciones. Además, el análisis de la estructura financiera y la capacidad de la empresa para generar recursos financieros suficientes son cruciales para mantener el equilibrio financiero. Finalmente, la previsión de fondos y la planificación de la liquidez son fundamentales para asegurar la viabilidad a largo plazo de la empresa

La renegociación de deudas con acreedores y entidades financieras se centra en la utilización de planes de reestructuración, que permiten modificar las condiciones financieras del deudor para asegurar su viabilidad. La comunicación de negociaciones es un paso inicial que protege al deudor de acciones legales inmediatas, facilitando un entorno propicio para alcanzar acuerdos. La homologación judicial de estos planes asegura que las modificaciones sean vinculantes para todos los acreedores, garantizando la implementación efectiva del plan y la continuidad de la actividad empresarial

Para mejorar la viabilidad económica, las empresas deben implementar medidas de ajuste y reestructuración que se adapten a sus necesidades específicas, como la reestructuración de la plantilla y la adopción de medidas de flexibilidad interna. Los planes de viabilidad y reestructuración son herramientas clave que permiten evaluar y modificar la estructura financiera y operativa de la empresa para asegurar su continuidad. Además, un análisis detallado de la rentabilidad económica y financiera, junto con una gestión financiera adecuada, son esenciales para identificar áreas de mejora y optimizar la estructura de capital, lo que en conjunto contribuye a la sostenibilidad y éxito a largo plazo de la empresa

Elaborar un plan de reestructuración empresarial implica definir claramente los objetivos de viabilidad y evitar la insolvencia, cumpliendo con requisitos específicos de contenido y forma. La homologación judicial es esencial para extender los efectos del plan a todos los acreedores, incluso a aquellos que no lo hayan aprobado, asegurando así la implementación efectiva de las medidas de reestructuración. Este proceso busca no solo la supervivencia de la empresa, sino también la protección de la financiación necesaria para su continuidad

El asesoramiento legal y financiero en un proceso de reestructuración empresarial es fundamental para asegurar la viabilidad de la empresa y evitar la insolvencia. El experto en reestructuración juega un papel clave al asistir en las negociaciones y elaborar el plan de reestructuración, actuando con diligencia, independencia e imparcialidad. Su nombramiento puede ser solicitado por el deudor o por acreedores significativos, y su retribución está protegida por la normativa, lo que garantiza su independencia y eficacia en el proceso

Las alternativas a la reestructuración empresarial para evitar la insolvencia incluyen medidas de ajuste y flexibilidad interna, como la regulación temporal de empleo y la modificación de condiciones laborales. También se pueden realizar modificaciones estructurales, como operaciones acordeón, para restablecer el equilibrio patrimonial. Los planes de reestructuración son fundamentales en el derecho preconcursal, permitiendo la modificación de activos y pasivos y asegurando la viabilidad de la empresa. Estas estrategias buscan adaptar la empresa a las circunstancias del mercado y evitar la insolvencia, protegiendo los intereses de los acreedores y asegurando la continuidad de la actividad empresarial 

La legislación laboral influye significativamente en los procesos de reestructuración empresarial, especialmente en la gestión de contratos laborales. Los planes de reestructuración pueden prever la modificación, suspensión o extinción de contratos, particularmente con el personal de alta dirección, bajo la supervisión del juez del concurso. Sin embargo, los créditos laborales comunes no pueden ser afectados por estos planes, asegurando así la protección de los derechos laborales básicos. Las controversias que surjan en este contexto se resuelven a través del incidente concursal, garantizando un proceso judicial adecuado

 

Las empresas en proceso de reestructuración pueden beneficiarse de diversas ayudas y mecanismos de apoyo público. Las ayudas previas a la jubilación ordinaria proporcionan un sustento económico a los trabajadores afectados, mientras que el Mecanismo RED ofrece flexibilidad para ajustar la jornada laboral y suspender contratos temporalmente, con beneficios en la cotización a la Seguridad Social. Los planes de reestructuración, por su parte, permiten modificar la estructura financiera y operativa de la empresa, asegurando su viabilidad y protegiendo la financiación necesaria para su ejecución. Estos instrumentos son esenciales para facilitar la adaptación de las empresas a nuevas circunstancias económicas y asegurar su continuidad

La gestión de la comunicación durante un proceso de reestructuración empresarial es fundamental para el éxito del mismo. La comunicación de apertura de negociaciones permite al deudor paralizar temporalmente las ejecuciones, facilitando las negociaciones para un plan de reestructuración. Además, protege los contratos necesarios para la continuidad de la actividad empresarial y establece un marco para la comunicación con los acreedores, quienes deben ser informados y tener la oportunidad de participar en el proceso. La transparencia y la claridad en la comunicación con todos los grupos de interés son esenciales para asegurar la viabilidad del plan de reestructuración y la continuidad de la empresa

Litigios mercantiles

Representación en procedimientos judiciales relacionados con disputas comerciales, incumplimientos contractuales y conflictos societarios.
Las preguntas más usuales que nos hacen nuestros clientes sobre litigios civiles son éstas y nuestra respuesta.

Iniciar un procedimiento judicial por incumplimiento de contrato mercantil requiere una demanda bien estructurada que cumpla con los requisitos legales y esté acompañada de la documentación necesaria. El acreedor tiene varias acciones a su disposición, incluyendo la resolución del contrato y la reclamación de indemnización por daños y perjuicios. La correcta preparación y presentación de la demanda, junto con la documentación adecuada, son esenciales para el éxito del procedimiento judicial

Reclamar deudas comerciales impagadas puede realizarse a través de diferentes vías, como el proceso monitorio, que permite una reclamación rápida y efectiva mediante la presentación de documentos que acrediten la deuda. El requerimiento de pago es esencial en la ejecución forzosa, aunque en ciertos casos puede omitirse si se acompaña de un acta notarial. La intervención notarial ofrece una alternativa extrajudicial para formalizar el requerimiento de pago, convirtiendo el acta en un título ejecutivo si el deudor no responde, facilitando así el acceso a la vía judicial para la ejecución de la deuda

La resolución de conflictos societarios entre socios o accionistas puede abordarse mediante la impugnación de acuerdos sociales, recurriendo a métodos como el arbitraje o la mediación, que ofrecen alternativas a la vía judicial. Es esencial cumplir con el requisito preprocesal de intentar una solución extrajudicial a través de medios adecuados de solución de controversias, lo que incluye la negociación directa, la mediación, la conciliación y la consulta a un experto independiente. La intervención de un tercero neutral en la negociación puede facilitar el diálogo y la búsqueda de un acuerdo amistoso, evitando así la necesidad de un proceso judicial. Estos métodos no solo alivian la carga de los tribunales, sino que también promueven soluciones más adaptadas a las necesidades de las partes involucradas

La documentación necesaria para iniciar un litigio mercantil incluye una demanda bien estructurada y acompañada de documentos que acrediten la legitimación y representación del demandante. Es fundamental cumplir con los requisitos procesales y de procedibilidad, como la certificación del registro de apoderamientos y la documentación que justifique el intento de negociación previa. Además, dependiendo del tipo de proceso, puede ser necesario presentar documentación adicional, como inventarios de bienes o poderes especiales, para asegurar el cumplimiento de las normativas legales y facilitar el desarrollo del proceso

Los litigios mercantiles pueden ser costosos debido a los honorarios de abogados y procuradores, así como a los gastos adicionales relacionados con la preparación de pruebas. Aunque las tasas judiciales han sido parcialmente anuladas por el Tribunal Constitucional, los costes asociados a los procesos judiciales pueden ser significativos y afectar el valor de los activos en disputa. La determinación de los honorarios de los abogados se basa en acuerdos entre las partes, y existen mecanismos legales para resolver discrepancias sobre su pago

La resolución de litigios mercantiles a través de procedimientos como el arbitraje y la mediación ofrece una alternativa más rápida y eficiente en comparación con la vía judicial tradicional. En el arbitraje interno, el plazo para dictar un laudo es de 6 meses, mientras que en el arbitraje internacional, los plazos son más flexibles. La mediación, por su parte, busca resolver las controversias en un máximo de tres meses. La lentitud de los procesos judiciales puede tener un impacto negativo en las empresas, lo que ha incrementado el interés en métodos extrajudiciales para resolver conflictos mercantiles

Los litigios mercantiles presentan riesgos significativos, incluyendo altos costes económicos, deterioro de relaciones y falta de seguridad jurídica. Estos factores pueden tener consecuencias graves para las empresas y las personas involucradas, afectando su capacidad para operar eficazmente y planificar a largo plazo. Sin embargo, existen alternativas al litigio judicial, como la mediación y el arbitraje, que ofrecen soluciones más rápidas, confidenciales y satisfactorias, ayudando a mitigar los riesgos asociados con los procesos judiciales tradicionales

En el ámbito mercantil, la representación procesal y la defensa técnica son esenciales, especialmente en procedimientos donde la intervención de abogado es preceptiva. Sin embargo, en procesos como el monitorio, las partes pueden optar por la autodefensa, siempre que se garantice la igualdad de armas procesales. Además, los medios adecuados de solución de controversias ofrecen alternativas extrajudiciales efectivas para resolver disputas, evitando así la complejidad de los procedimientos judiciales. Estos elementos son cruciales para asegurar un proceso justo y eficiente en el contexto mercantil

Para defenderse eficazmente ante una demanda por incumplimiento de contrato, el demandado debe articular una respuesta clara y precisa, presentando pruebas que refuten las alegaciones del demandante y, si es posible, alegar causas exoneratorias como el caso fortuito o la fuerza mayor. Es fundamental que el demandado actúe dentro de los plazos procesales para evitar la preclusión de sus derechos y que utilice todos los recursos legales disponibles para cuestionar la responsabilidad y la cuantía de los daños reclamados

Los Métodos Adecuados de Solución de Conflictos, como la mediación, el arbitraje y la conciliación, ofrecen alternativas efectivas a los litigios judiciales para resolver disputas comerciales. Estos métodos proporcionan rapidez, menor costo, flexibilidad y confidencialidad, lo que los hace especialmente valiosos en el ámbito comercial. Al elegir el método más adecuado, es crucial considerar la naturaleza del conflicto y las necesidades de las partes, asegurando así un proceso justo y eficiente que preserve las relaciones comerciales y evite el deterioro que puede causar un litigio prolongado

Asesoramiento preventivo de la insolvencia

Ayuda a empresas y particulares a tomar medidas para prevenir situaciones de insolvencia, realizando análisis de viabilidad económica.
Las preguntas más usuales que nos hacen nuestros clientes sobre asesoramiento preventivo de la insolvencia son éstas y nuestra respuesta.

La importancia del asesoramiento preventivo de insolvencia radica en la capacidad de los mecanismos preconcursales y de alerta temprana para detectar y abordar situaciones de insolvencia de manera efectiva y oportuna. Estos instrumentos permiten a las empresas iniciar negociaciones con sus acreedores y adoptar medidas de reestructuración que preserven su valor y continuidad. Además, la protección de la financiación nueva e interina asegura que las operaciones necesarias para la reestructuración sean viables y seguras, lo que es esencial para el éxito de estos procesos

Detectar señales de alerta de insolvencia implica un análisis detallado de la liquidez y solvencia de la empresa, así como de su estructura de capital y flujos de tesorería. La falta de liquidez y un alto nivel de endeudamiento pueden ser indicativos de problemas financieros que, si no se abordan a tiempo, podrían llevar a la insolvencia. Implementar medidas preventivas y considerar soluciones extrajudiciales son pasos cruciales para evitar que una situación de desequilibrio financiero se agrave. La previsión y el control riguroso de los flujos de tesorería son esenciales para mantener la estabilidad financiera de la empresa

En Gran Canaria y Madrid, la viabilidad económica de proyectos urbanísticos y empresariales se evalúa mediante instrumentos de planeamiento urbanístico, análisis de rentabilidad empresarial y estudios de viabilidad en contratos de concesión de obras. Estos instrumentos y análisis aseguran que los proyectos sean económicamente viables, considerando factores como el coste de ejecución, la rentabilidad económica y financiera, y el riesgo operacional. La normativa estatal y autonómica puede influir en el rigor y contenido de estos estudios, garantizando que las previsiones económicas sean realistas y sostenibles

Renegociar deudas de forma preventiva implica utilizar herramientas del derecho preconcursal, como la comunicación de apertura de negociaciones y los planes de reestructuración, para facilitar la reestructuración de deudas y evitar el concurso. Estos procesos permiten al deudor negociar con los acreedores, modificar contratos y asegurar la continuidad de la actividad empresarial. Además, la protección de la financiación nueva e interina es esencial para garantizar que los recursos necesarios para la reestructuración estén disponibles y protegidos, incentivando así la participación de los acreedores en el proceso

Para mejorar la gestión financiera de una empresa, es esencial mantener un equilibrio financiero adecuado, gestionar eficazmente los flujos de efectivo y fomentar la autofinanciación. El equilibrio financiero asegura que la empresa pueda cumplir con sus obligaciones a corto y largo plazo, mientras que una gestión adecuada de los flujos de efectivo permite evaluar la capacidad de generar liquidez y cubrir necesidades financieras. La autofinanciación, por su parte, fortalece la posición financiera de la empresa, aunque debe equilibrarse con la rentabilidad para los propietarios. Estas estrategias combinadas proporcionan una base sólida para una gestión financiera efectiva y sostenible

Elaborar un plan de contingencia para afrontar situaciones de crisis económica requiere un análisis exhaustivo de la rentabilidad y solvencia de la empresa, identificando situaciones de desequilibrio financiero y económico. Las medidas de ajuste y reestructuración, como los ERTE y los planes de reestructuración, son herramientas clave para mejorar la situación financiera de la empresa. Además, las soluciones extrajudiciales y el control riguroso de los flujos de tesorería son esenciales para mantener el equilibrio financiero y prevenir situaciones concursales. Estas estrategias permiten a las empresas adaptarse a las circunstancias del mercado y asegurar su viabilidad a largo plazo

El asesoramiento legal y financiero es esencial en la prevención de la insolvencia, ya que proporciona a las empresas las herramientas necesarias para detectar y abordar problemas financieros de manera temprana. La protección de la financiación nueva e interina y el papel del experto en reestructuración son fundamentales para asegurar que las empresas puedan negociar y ejecutar planes de reestructuración efectivos. Además, la comunicación de negociaciones permite a las empresas en dificultades ganar tiempo y espacio para implementar soluciones que eviten la insolvencia. Estos mecanismos, respaldados por la normativa comunitaria, son cruciales para mantener la viabilidad de las empresas y proteger los intereses de los acreedores

Las alternativas al concurso de acreedores se centran en el uso de planes de reestructuración y la comunicación de apertura de negociaciones, ambos instrumentos preconcursales que buscan evitar la insolvencia mediante la reestructuración de la deuda y la paralización temporal de ejecuciones. La homologación judicial de estos planes es crucial para asegurar su efectividad y extender sus efectos a todos los acreedores, garantizando así la viabilidad de la empresa en el corto y medio plazo. Estas medidas, reformadas por la Ley 16/2022, ofrecen un marco más flexible y eficiente para abordar las dificultades financieras de las empresas

Las ayudas públicas y los instrumentos preconcursales son fundamentales para apoyar a empresas y particulares en riesgo de insolvencia. Las subvenciones y medidas de protección, como la suspensión de desahucios, ofrecen un alivio inmediato, mientras que los planes de reestructuración y los procedimientos especiales para microempresas y pymes proporcionan soluciones a largo plazo para asegurar la viabilidad empresarial. Estas herramientas, junto con el asesoramiento y las alertas tempranas, son esenciales para mitigar el impacto de la insolvencia y fomentar la recuperación económica

La comunicación de apertura de negociaciones con los acreedores es un mecanismo esencial para gestionar situaciones de dificultades financieras, permitiendo al deudor negociar un plan de reestructuración sin la presión de ejecuciones inmediatas. Este proceso protege al deudor al suspender ciertas ejecuciones y al no afectar las facultades de administración sobre sus bienes, aunque no impide que los acreedores con garantías puedan hacerlas efectivas si el crédito ha vencido. Además, la comunicación ofrece una protección frente a solicitudes de concurso necesario, siempre que no se haya admitido a trámite una solicitud de este tipo, lo que permite al deudor reorganizar sus finanzas y buscar soluciones viables para superar la insolvencia

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